miércoles, 28 de enero de 2009

PARA GUSTOS... LOS COLORES


Esto de Internet es muy fuerte. Me paso la vida solo, sin amigos, sin hablar con nadie. Me siento junto a la ventana y veo a la gente ir y venir, corriendo, andando, solos, acompañados, con prisas, tranquilamente… y veo como todo pasa, porque todo pasa… el único que está ahí estancado, inmóvil junto a una ventana soy yo.


Nunca había hablado de mis cosas a nadie, nunca había contado nada de mi vida, ni de mis sentimientos, ni de mis inquietudes o mis complejos… nada, cero. Mis sentimientos se quedaban ahí guardados, escondidos, encerrados en el fondo de mi estómago, esperando a ser vomitados en cualquier momento, y de repente, casi como por arte de magia apareció ante mí el mundo de los blogs.


Yo no tengo diario, nunca había escrito nada parecido y me parecía una tontería hacerlo. Pero mi amigo Tetealca me invitó a visitar el suyo (su blog) y… me picó la curiosidad. Lo primero que pensé fue: “para qué voy a hacer un blog, si con lo aburrida que es mi vida no tengo nada que contar…” además “¿quién se va a entretener leyendo mis tonterías cuando miles de blogs mucho más interesantes que el que yo pueda hacer?” Pero me decidí a escribir y algo fue saliendo.


Soy consciente de que no soy el mejor escritor del mundo, muchas veces ni siquiera sé si lo que escribo está bien o está mal, simplemente lo suelto y ya está. Lo pienso, lo escribo y lo publico. Es sencillo, solamente me dejo llevar (que no es poco, porque ya sabéis que lo de dejarme llevar es mi asignatura pendiente…).


El caso es que este blog me ha hecho sentirme como nunca me había sentido, he conocido a gente estupenda y si hoy estoy escribiendo este post es porque necesitaba daros las gracias a todos los que pasáis por este rincón de Internet y me comentáis lo que se os ocurre cuando leéis lo que escribo.


He pasado de no tener amigos a tener amigos por todas las partes de España, vale que solo sois amigos online, pero bueno... menos da una piedra: tengo a mi pequeña Libélula (mi hermana gallega), que de vez en cuando viene desde Vigo a darme un par de azotes en forma de palabras escritas, para que espabile ya de una vez. También a mi alter ego Funcionario’s Blog, que cruza el charco y me comenta sus impresiones de “nuestras vidas paralelas”.


Hasta me visita un cura, mi “padrecito” particular (De lo humano y lo divino), pero un cura cañero, que me aconseja y me intenta llevar por el buen camino (aunque a veces choquemos en algunas ideas), pero sabe muy bien lo que hace y lo que dice.


También he encontrado otros amigos que me animan con sus blogs, por ejemplo la pequeña Mar, que siempre tiene palabras bonitas para alegrarte el día, o el archivisitado Jordicine, que me pone al día en lo que a libros y películas se refiere. Además, si me encuentro decaído y estoy de bajón, siempre sé que mi paisano Diego me dejará un hueco en su Cueva de Mayrena para liberar tensiones y desconectar del mundo.


Me siento afortunado, porque mientras que todos tienen dos abuelas, yo me he echado otra abuela más (sí, es online, pero al fin y al cabo es otra abuela) Mañana os cuento… y eso de tener tres abuelas no lo puede decir todo el mundo.


Sé que me dejo a muchos en el tintero, La Opositora, Esther, Estela o Vivian (a la que agradezco mucho las mariquitas) y gente nueva que aún no conozco mucho, pero que seguro que iré conociendo poco a poco, como Susy o Jose (un tío con un gusto para elegir la música del blog, impresionante) pero como no quiero que esta entrada se haga más pesada, ahí dejo los enlaces para los que queráis ver sus blogs, porque merecen la pena.


En fin, que gracias a todos por estar ahí y venir de vez en cuando a mi castillo de promesas que no valen nada. No sé cuanto tiempo estará abierto, pero mientras siga por aquí, sois todos bienvenidos.


P.D. La dirección de Sonia (Libelula) no la he puesto porque su blog es privado, de todas formas, creo que ella no tendrá ningún problema en dejaros entrar a todos aquellos que se lo digáis (es muy simpática y estará encantada). Además, me ha faltado la dirección de Vivian, pero es que cuando pincho en su nombre cuando me deja algún comentario... me da error y no puedo entrar (Vivian, si lo lees... déjame un comentario con el nombre de tu blog, porfa, que si no no podré ver más fotos tuyas).

domingo, 25 de enero de 2009

¿ALGUIEN DA MÁS?

Esta es la segunda vez que recopilo los anuncios publicitarios que más me han llamado la atención. Y vosotros pensaréis, qué obsesión tiene en muchacho esto con la publicidad, ¿no? pues sí, me encantan los anuncios, me gustan mucho, sobre todos aquellos que te hacen pensar, o que te arrancan una sonrisa, o que capturan tu atención con solo mirarlos. Por eso los he reunido. Algunos, como el primero son un poco irreverentes y provocadores... Ya lo veis, menuda última cena se iban a pegar las doce "apóstolas" y un único chico (porque creo que hay un chico, y si no... fijaos bien).

Este anuncio es una caña, es de Axe y creo que sus publicistas son de lo mejorcito en anuncios publicitarios de las últimos años, tienen una imaginación desbordante y una originalidad que tira de espaldas. ¿No os parece?

Con esta imagen sobran las palabras. El tema del anuncio es el SIDA y el uso del preservativo...

La imaginación al poder, este anuncio creo que publicitaba una tienda de ropa reciclada y su eslógan viene a decir algo así como "Donde las viejas prendas se sienten jóvenes otra vez". ¿No me digais que no es para quitarse el sombrero?

Ostras, conchas... chapas... ¿qué mas da? lo importante es que siempre guardan un gran tesoro, una perla (de cerveza). No sé si Carlsberg será la mejor cerveza delmundo, pero sí que es un anuncio muy original.
Este me encanta, el payaso de McDonald's de incógnito pidiendo algo en el Burguer King. ¿Cómo pueden darle la vuelta a las cosas de esta manera? No dejarán de sorprenderme.

Los logotipos son la base de una buena marca y es que hay algunos que son reconocidos en todo el mundo, aunque estén hechos a base de tiritas.

Por último quiero poner el video de un anuncio de Aerolíneas Argentinas, creo que no se pueden contar más cosas en menos tiempo. Es como un cuento que dura dos minutos y deja que por una vez la imaginación gane a la razón. Espero que os guste tanto como a mi. Es de lo mejorcito que he visto en anuncios en mucho tiempo.




De vez en cuando hago este tipo de entradas porque tanto hablar de mí a veces sé que cansa, por eso os pongo "Mi publicidad particular". Aún así, me gustaría que me dijerais cuál ha sido el anuncio que más os ha gustado y por qué. (Y si por casualidad encontráis alguno que esté chulo, o sea original, me dejáis el enlace para que yo también pueda verlo). Os lo agradeceré enormemente.

lunes, 19 de enero de 2009

REWIND


Mira que le he dado vueltas y más vueltas, y creo que ahora, después de mucho tiempo he decidido lo que quiero ser de mayor. Sí, ya sé que puede parecer un poco tarde para decidirlo, pero conozco a gente que se muere sin saberlo, así que… no es tan tarde como os puede parecer.


El caso es que ahora tengo la sensación de haber perdido el tiempo, porque tanto estudiar filología y tanto estudiar periodismo para acabar por no ejercer ninguna de las dos carreras.

Lo de filología no pintaba nada mal, profesor de lengua y literatura (¡¡guauuuuu!!), trabajar quince o veinte horas semanales, sólo por las mañanas y con un buen sueldo… ¿quién diría que no a un trabajo así? Pues yo ¿quién si no?


Lo de periodista… es menos tentador, tienes un horario mucho menos definido, cuantas más fiestas haya, más trabajo tienes y si eres de sucesos… puff, para qué quieres más, tienes que estar al pie del cañón las 24 horas al día, porque los accidentes y demás no van a esperar a que a ti te venga bien de hora. Estaría un poco feo decir: “no es que no me interesen los 15 muertos del accidente de tráfico, es que como es muy temprano, dile a los de las ambulancias que se esperen a que me duche y me afeite que enseguida voy”.


A cambio el periodismo te ofrece muchas otras cosas, por ejemplo, no es tan rutinario como otros trabajos, no llegas a un despacho a ver siempre a la misma gente, con el mismo trabajo por delante, ves a mucha gente, hablas con muchas personas… cada día es un mundo, hoy puedes estar cubriendo un accidente, mañana una rueda de prensa, y el mes siguiente ¿Quién sabe?


El caso es que esta mañana, mientras estaba en mi habitación escuchando música, he llegado a la conclusión de que cuando sea mayor, lo que realmente quiero es… volver a ser un niño. ¡¡¡Sí!!! Quiero cerrar los ojos, contar hasta diez y al volver a abrirlos haber perdido 20 o 25 años. Lo había pensado muchas veces y ahora sé que cambiaría sin lugar a dudas los años (muchos o pocos) que me quedaran por vivir por volver a revivir los años que han pasado.


Quiero descrecer, quiero deshacerme mayor, no me interesa seguir hacia delante, quiero rebobinar, pulsar el “stop”, después el “rewind” y finalmente darle a “start”, no puede ser tan difícil, ¿no? Si hay gente en el mundo que se congela para no morir nunca, y hay personas que son capaces de cambiarse el color de la piel… ¿por qué no puedo yo dar marcha atrás y empezar desde el principio?


Es cuestión de elecciones, y yo no quiero pasarme la vida eligiendo entre una novia rubia o morena, guapa o fea, gorda o delgada, en cambio prefiero volver a morderme las uñas por no saber qué elegir, si Phoskitos o Tigretones, un bocata de Nocilla o un Bollicao.


Se acabó lo de ahorrar para pagar la hipoteca, a partir de ahora quiero echar marcha atrás para ahorrar y comprarme las estampas de los Caballeros del Zodiaco. Tampoco quiero volver a jugarme la vida conduciendo un coche o una moto, prefiero seguir jugando con mi Scalextric, que es más seguro y más barato.


Además, echo de menos muchas cosas de antes, por eso quiero volver a vivirlas: el colegio, los amigos, las amigas, los viajes de estudios, los juegos, los juguetes, las Navidades con ilusión, la familia unida, no comerme la cabeza, no sentirme diferente, tener ganas de vivir… no sé, todas esas cosas que ya casi no recuerdo y que me gustaría revivir.


El caso es que ya lo he decidido, así que si a partir de ahora veis que no vuelvo por aquí es porque seré demasiado pequeño para coger un ordenador, conectarme a Blogger y subir mis comentarios, espero que lo entendáis.


P.D. La semana que viene estáis todos invitados a venir a mi casa a jugar con los Playmobil, además, mi madre nos hará para merendar unos sándwiches de Nocilla y podremos jugar a la Supernintendo hasta que nos salgan callos en los dedos.


P.P.D. Juanito, tú no puedes venir, ya no te ajunto hasta que no reconozcas que mi Leticia Sabater es la mejor presentadora infantil del mundo. Chincha rabiña.


Feliz Semana.

martes, 13 de enero de 2009

COMO EL AGUA EN UN DESIERTO


¿Quién lo iba a decir? Llegaste hace unos cuatro años, justo en un momento clave en mi vida, plena depresión, ataques de ansiedad… para más INRI época de exámenes, semanas y semanas encerrado en mi habitación, tirado en mi cama, con las luces apagadas y sin ganas de ver a nadie, yo solo quería llorar y llorar (lloré tanto que creo que se me acabaron las lágrimas y tuve que empezar a llorar saliva).


Llegaste sigiloso, como el que no quiere la cosa, y poco a poco te fuiste haciendo un hueco en mi vida. Vale, ya sé que no vivimos las mismas circunstancias, tú tenías 31, yo 22, tú estabas casado y con hijos, yo estaba más solo que la una (para variar), pero con el paso de los días fuimos viendo que ambos somos muy parecidos: tranquilos, responsables… no sé, podríamos decir que somos buena gente, y que en esos días nos caímos bien.


La verdad es que cuando te conocí yo pensé: “Qué tío más feo, con esas orejas tan grandes y esos ojos tan pequeños, seguro que si se quita las gafas, los ojos le desaparecen”. Tú pensaste: “¿De dónde habrá salío el niño pijo este, con los pelos largos y la cara llena de granos?”. Pero el caso es que con el paso del tiempo, ni yo te veía tan feo, ni tú seguías pensando que yo era un niño pijo. Porque ya no nos importaba nuestro aspecto físico, nosotros nos “veíamos por dentro”.


Yo nunca había tenido un AMIGO (con mayúsculas) por muchas razones, uno de los motivos es que siempre me he llevado mejor con las chicas que con los chicos, por eso me he relacionado más con ellas que con ellos. También influye que soy una persona muy reservada y nunca me he dejado conocer, nunca me he abierto a nadie, porque siempre me he llevado “muchos palos” con eso, y después de tanto palo, estás siempre a la defensiva; así soy yo, un manojo de sentimientos encerrado tras un muro de hormigón armado.


Pero tú, con mucha paciencia fuiste picando y picando ese hormigón y me hiciste despertar de mi letargo, conseguiste que me fuera abriendo a ti, y al mundo. Conseguiste que pasara de todos los complejos y prejuicios y me esforzara por ser yo mismo con todo y con todos, y eso, quieras o no, te lo tengo que agradecer.


A cambio yo no podía darte mi experiencia, porque yo no tenía experiencia en nada, pero siempre he estado ahí cuando has necesitado desahogarte (que falta te hacía), cuando has necesitado mi hombro (para llorar o para ayudarte a empujar hacia arriba esos ánimos), cuando no llegabas a fin de mes y tenías que hacer casi magia con el sueldo… no sé, te he estado siempre tan agradecido de que fueras la primera persona que se molestara en escucharme y en intentar comprenderme, que no había cosa en el mundo que no te hubiera conseguido si me la hubieras pedido.


Durante todos estos años para mí más que un amigo has sido como un hermano, mi confidente, mi otro yo, mi ejemplo a seguir, no había cosa que me pasara (buena o mala) que no te contara. Y tu familia ha sido como mi propia familia. Me habéis aguantado fines de semana, festivos, cenas, comidas… me habéis hecho sentirme uno más y eso… no sé cómo os lo voy a pagar.


Pero no todo ha sido jijiji y jajaja. No todo han sido alegrías, también hemos pasado nuestros baches, como si de una pareja se tratara, hemos “cortado” y “re-cortado” muchas veces. Hemos hecho miles de “borrones y cuentas nuevas”. Pero siempre hemos sabido que nuestra amistad está muy por encima de todas esas gilipolleces que se nos han cruzado en el camino.


Hoy me he decidido a escribirte este post porque ya llevamos más de un mes sin hablarnos fuera del trabajo, sin quedar, sin juntarnos… llevamos más de un mes sin ser nosotros, ahora somos tú (por un lado) y yo (por otro) y eso me requema por dentro. Sé que yo tengo gran parte de la culpa, por “exigirte” cosas que no siempre puedes hacer, por ser demasiado agobiante a la hora de conseguir lo que quiero, pero es que te aprecio un huevo, y veo que poco a poco nos vamos alejando (tú en tu isla y yo en la mía) y no te quiero dejar escapar sin luchar por volver a tener nuestra amistad con mayúsculas.


Te echo de menos colega, me haces falta, necesito hablar contigo, reírme contigo, volver a las bromas, a las tonterías, a ser bordes con nosotros mismos, a cachondearnos de los demás… necesito que volvamos a ser amigos.


Simplemente, te necesito.

jueves, 8 de enero de 2009

NUNCA ME CONFORMÉ CON PARTICIPAR


LA VIDA EN JUEGO

Donde pongo la vida pongo el fuego
de mi pasión volcada y sin salida.

Donde tengo el amor, toco la herida.

Donde pongo la fe, me pongo en juego.

Pongo en juego mi vida, y pierdo, y luego
vuelvo a empezar, sin vida, otra partida.

Perdida la de ayer, la de hoy perdida,
no me doy por vencido, y sigo, y juego
lo que me queda: un resto de esperanza.

Al siempre va. Mantengo mi postura.

Si sale nunca, la esperanza es muerte.

Si sale amor, la primavera avanza.

Ángel González

A veces la vida es como la ruleta de un casino, tú llegas con tu dinero, haces tus apuestas y si tienes suerte doblas o triplicas la pasta y si no la tienes pues te quedas sin nada y sales del casino con una mano delante y la otra detrás.

Eso es la vida, un juego, pero en vez de ganar dinero, lo que ganas son experiencias, unas son buenas, otras son malas, pero tanto para unas como para las otras tienes que apostar, tienes que invertir tu tiempo y tienes que elegir entre tantas y tantas opciones que se te presentan cada día que la mayoría de los días ni siquiera tú mismo sabes si has elegido bien o no.

El secreto está en pensar que hagas lo que hagas estás haciendo lo correcto y en poner todo tu empeño en salir victorioso en cada apuesta. ¿Que resulta que has apostado al color equivocado? Pues no pasa nada, “a lo hecho, pecho”, te esfuerzas todo lo posible para que tu color salga victorioso y si no… otra vez será.

En la ruleta hay un problema y es que ganar o perder se lo debemos 100% a la suerte mientras que en nuestra vida tenemos una gran ventaja, que de los errores se aprende, y a la siguiente apuesta vamos con la lección mejor aprendida. Claro que duele perder una, otra y otra vez, pero no se puede perder eternamente, y cuando más pierdes más experiencia tienes, de modo que cada vez se hace más difícil volver a perder.

En resumidas cuentas, lo que pretendo decir es que la vida al fin y al cabo es lo que nosotros queremos que sea, porque somos nosotros los que vamos marcando el camino y las apuestas que queremos (o que tenemos) que vivir.

En mi opinión la vida es la partida más larga que jugamos todos, pero si no lo hacemos bien, corremos el riesgo de que se pase en un suspiro. Así que hoy, 8 de enero de 2009 os invito a todos a apostar fuerte, cerrar los ojos, tirar los dados y luchar por ganar vuestra partida.