sábado, 7 de marzo de 2009

LO QUE TENGO, LO QUE SOY


¿Quién es quién en este juego? ¿Quién quieres ser? ¿Quién quieres que sea? Prefiero que me lo digas, o al menos que me des una pista, porque a estas alturas estoy cansado de desempeñar siempre el mismo papel, me has encasillado y así nunca podré crecer como “actor” en esta vida.

Tú eres la Bella y yo solo un Bestia encerrado en mi castillo, aburrido de hablar con relojes de pared y con candelabros con acento francés. Solo aspiro a ver cómo se van cayendo los pétalos de la rosa que guarda mi vida en una urna de cristal, porque mi Bella ha escogido el camino fácil y se ha quedado con “Gastones” de medio pelo.

Tú eres Jasmín y yo aún no he aprendido a ser Aladdín. Practico con la alfombra de mi casa pero la jodida no aguanta mi sobrepeso y no logra levantarme a más de un palmo del suelo. Además, después de dejarme las yemas de los dedos frotando mi lámpara mágica, he descubierto que hasta el puto genio está en paro por culpa de la crisis y ahora soy yo el que tiene que concederle los “deseos” a él, porque sin su sueldo de genio, el pobre no llega a fin de mes sin mi ayuda.

Tú eres mi princesa y yo el sapo que croa y croa en la charca que hay bajo tu balcón, sabiendo que nunca llegará a ser el príncipe azul (ni verde, ni rojo, ni lila…) porque le ha tocado una princesa repipi y asquerosa, que nunca se atreverá a dejar su palacio para ensuciar sus zapatos de cristal con el cieno de una charca, y menos para obtener como premio el beso de un sapo feo y verrugoso.

Tu eres mi gitana, mi Esmeralda, y yo un Quasimodo más, que sabe que no tiene un físico impresionante, pero que moriría y mataría por defender a su gitana ante cualquiera. Sí, tengo chepa ¿y qué? Me salió de tanto arrodillarme ante ti para besar el suelo que tú pisas. Pero tú no me quieres y yo me paso los días saltando por la torre de mi catedral, haciendo repicar las campanas al son del amor no correspondido, y hablando con las gárgolas de piedra que se asoman pos los tejados para consolarme cuando ven que estoy jorobado (de Notre Dame).

Aún así, que sepas que seguiré luchando por conseguir que mi alfombra vuele hasta tu castillo y podamos llegar los dos juntos a ser felices en “un mundo ideal”. Y seguiré croando bajo tu balcón por si te cansas de tantos besos con príncipes y prefieres el beso baboso de un sapo de charca. Y no dejaré de besar el suelo por donde tú pisas hasta que veas en mí algo más que una joroba y una cara deforme.

De todas formas, si esto no sucede, si prefieres a tus Gastones, a tus príncipes, tus riquezas y tu vida de niña rica, yo estaré ahí, para seguir apoyándote, te ofreceré mi hombro para ayudarte a seguir adelante, o para que llores sobre él cuando te haga falta, porque ya hace tiempo que me dí cuenta de que en esta vida, algunos cuentos no siempre tienen un final feliz.


P.D: Dedicado a un murciano con acento de Madriz.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Zoldar

Creo que debías probar para el lado del lobo de Caperucita o, salvando las distancias, la madrastra de Cenicienta… ¡Te iría mucho mejor!
Ya sé, te estoy incitando al camino purulento (mira que palabrita culta) donde se pierde la inocencia porque estamos acostumbrados a los personajes buenos que sufren y nos hacen sufrir con ellos, pero me baso en que tu final dice que no existen los finales felices y si enfilas en la dirección que te aconsejé al principio verás como tu vida cambia; eso sí, en vez de comerte a la abuelita… ¡Cómetela a ella!
Si no puede ser tuya, no será de nadie más. (No te incito al pecado, ehhh) O acaso no dicen que…”Barriguita llena, corazón contento”
Ahora, dejando a un lado mi NO consejo, me encantó el texto, especialmente la parte del genio en paro por la crisis y el papel invertido de cumplir el deseo. Es excelente la idea, muy bonita… ¡Y me gustan estas cosillas!
Has hecho muy bien en cambiar la imagen del avatar, éste tiene carita de malo; el primer paso para convertirte en el lobo feroz.

Besos

No olvides ir a la farmacia y comprarte un digestivo.

Anónimo dijo...

Perdón, quiero ir al cielo. He sido la que borró los comentarios. Sácalos Zoldar, es que nunca sé cuando es Cenicienta o Blancanieves. jajaja.
Si te llegan al correo habrás visto el lío armé, ya sabes que lo mío es serio.
Perdón de nuevo.
Besines confundidos de cuentos.

nena dijo...

Hola, he conocido tu blog y despues de leerte varios dias, me he decido a escribirte. No sé qué coño ponerte ni qué coño decirte (aunque mas o menos es lo mismo). Como buena besadora de sapos que espera a su principe azul o del color que le de la gana, te digo que esperar es una frustración. Mejor actuar y perder o actuar y ganar. Así los comerderos de cabeza son menos. Pero en fin, q te va a decir una rayada psicótica peligrosa... no me hagas caso, no soy buena influencia.
Besos de una princesa sin complejos, pero con complejo de princesa. Muak mauk!! piruletaaa

diego dijo...

Zoldarillo, yo ya escribí en mi blog lo que pienso sobre los finales de los cuentos, los cambiaría casi todos. Las Bellas, Jasmines, princesas, etc. no están hechas para mí. Prefiero las tías normales que no sueñan con su príncipe azul (o rojo, o verde, o lila) Y hay muchas más de estas que de las otras (afortunadamente), y a algunas (afortunadamente también) no les disgustan los sapos. Te mando un "croído" (con acento madrileño :-D)

Susy dijo...

Ya ves.Yo nunca encontré un cuento con final feliz porque en todos los cuentos la que se lleva al principe es la guapa y,claro,yo que no me consideraba guapa,y ahora tampoco pero lo importante no es la belleza exterior ¿no?,jajajjajajja.
Eso,que a ver si de una vez por todas alguien escribe un cuento en el que la fea se lleve el gato al agua,concho.
Cuando yo era mocita alguien me dijo que para encontrar al principe azul hay que besar muchos sapos ¿y donde estan los sapos? me preguntaba yo,jajjajajajja
Muchos besos de una asturiana en Zaragoza

suculentas en venta dijo...

Os ha dado por los cuentos...

A mi me gustaban y me gustan los principes azules... los guardo todos junto con otras cositas en el baúl de las utopías...es decir mis principes azules son como yo me imagino, igual de azules por dentro que por fuera...

En la realidad digo lo mismo que Susy...¿dónde está la charca de los sapos? :DDDD

pepito dijo...

Hola Zoldar, ya veo que hoy tienes un buen post-cuento. No sé si existen finales felices o no; pero me gustó leerte.

El logo es guay, bueno tienes un tinglao bueno del todo...

Saludos.

Jordicine dijo...

Dicen que los finales felices no existen... pero quizás sí. Me lo he pasado bien leyéndote. Un abrazo.

tetealca dijo...

No me gustan mucho los cuentos porque para explicar realidades, utilizan grandes irealidades. No existen bellas tan bellas, ni deformes tan deformes y si los hay estan en mundos diferentes, son muy extremistas.
Pero si me ha gustado mucho el texto. Es una poesia.
Un fuerte abrazo.

Funcionario's blog dijo...

Pues yo preferiría que fueses el príncipe que rescata a Blancanieves, el heraldo que trepa por las trenzas de Rapunzel, etc.

Veo que ambos compartimos otra cosa: nos sentimos feos. Tenemos baja la autoestima.

Ánimo. La vida es bella, y gente como tú la hace más bella aún.

Isi dijo...

Creo que nadie debería considerarse a sí mismo sapo y tampoco jorobado...no creo que considerar al resto Gastones sea tampoco sano.

Eres un príncipe azul Zoldar, que lo sepas, pero la que no lo sabe es ella...y es su problema el no querer conocer a ese príncipe y sí a otros.

El día que conozcas a tu Esmeralda, a tu princesa besa sapos, verás que te sentirás tan feliz que se te olvidará que tuviste joroba y que eras baboso hasta decir basta.

Quierete mucho más Zoldar, que si tú no lo haces, no lo hará nunca nadie.

Un besote

ZOLDAR dijo...

Vivian: necesito instrucciones precisas para llegar al "lado oscuro", esto de ser bueno y de portame bien ya no me funciona. Cuando las tengas, me las mandas y empiezo a practicar, jejeje. Muchos besitos.

Nena: Gracias por tu comentario, suele pasar que a veces entras a un blog, lees algo, pero no sabes qué comentar, aunque el texto te guste mucho te bloqueas y no sabes qué coño poner o qué coño decir, jejeje. Gracias de nuevo por tu visita.

Diego: Me gustó hablar contigo y me gustó el comentario que me has puesto. Creo que voy a empezar a buscar alguna princesa que quiera sapos y que esté harta de tanto príncipe. 1 abrazo (premonitorio :P).

Susy: Pues eso pienso yo... ¿seré el unico sapo en el mundo? ¿dónde estará el resto de sapos? ¿Quién está acaparando a todas las princesas que tendrían que estar haciendo cola por venir a besarme? Pues en realidad no lo sé, pero seguiré investigando, a ver si encuentro alguna respuesta. 1 beso enorme.

Daisy: Yo no soy un príncipe azul, ni por dentro ni por fuera, en todo caso sería un príncipe azul oscuro, casi negro. Pero bueno, tampoco creo que haga falta serlo para encontrar a alguien que te quiera. ¿no? (si el que no se consuela es porque no quiere, jejeje). Besos weli.

Jose: gracias por decirme que te gusta mi "tinglao". No es gran cosa, pero tiene mi estilo, serio, sin muchos adornos pero creo que es acogedor, jejeje. 1 abrazo y Felicidades con retraso, que como este finde he estao liao, no te pude felicitar.

Jordi: Thankiu por pasarte por esta mi humilde morada, me gusta que te guste, jejeje.

Tete: ¿En serio te gusta? Guay. Dices que es una poesía, pero no sé yo, como nunca he escrito poesía... Escribo lo que me sale en el momento, sin pensar si es más o menos bonito, pero gracias por lo que dices. Nos vemos (¿pronto?) 1 abrazo (que ya estoy aprendiendo a darlos en persona).

Funcionario: No es que me sienta feo o guapo, yo creo que soy uno más "del montón". No tengo un cuerpo danone, ni una sonrisa profident, ni nada especial, simplemente soy yo. Eso sí, si me quisiera un pelín más me iría un pelín mejor, pero bueno... poco a poco. 1 abrazo, alter.

Isi: También necesitaría instrucciones para quererme más, porque no sé cómo se hace. ¿Hay que practicar delante del espejo? Jejeje. Gracias por lo que dices, entre todos creo que me subís la autoestima (así que no os paséis mucho, no vaya a volverme un creído engreído). 3 Besos. :P

Sonia A. dijo...

Bueno, bueno, bueno...así que sapo verde y jorobado??? Pues si que estamos bien...se nota que ultimamente estoy muy cansada y no te hablo...pero tu sabes que no es verdad, que tu eres un principe que algun día encontrara su princesa, lo que pasa es que te empeñas en conquistar princesas de mudos lejanos, que nada tienen que ver contigo, te empeñas en querer, porque tienes muchas ganas de que te quieran...por eso te equivocas...pero de repente un día llegará alguien con quien todo será mas fácil, por quien no tendrás que llorar, ni suplicar, ni lamentarte...alguien que te cogerá la mano Zoldar y no tiene porque ser una princesa, mejor que sea una mujer normal, las princesas solo estan en los cuentos y no son reales, y a algunas las alimentamos con nuestra imaginación...

Besitos de almendrado de chocolate¡¡

José Gil Llorca dijo...

Estimado Zoldar:
Los cuentos son una especie de mito popular, y no está ni mucho menos lejos de la realidad, más aún son una modalidad de sabiduría. Los cuentos son fantásticos porque la realidad es fantástica. Y si son buenos cuentos simpre termian bien porque el bien siempre triunfa sobre el mal.
Si nos empeñamos en hacer el bien, nuestra historia tendrá un final feliz, por mucho que ante nuestros ojos pueda parecer que somos unos andrajosos que carecen de todo.
La magia existe. Y una varita mágica puede convertir esa vida que nos parece monótona y sin sentido en el más maravilloso y extraordinario acontecimiento.
Zodar, no sé si lo has pensado alguna vez, pero tienes un ángel que Dios ha puesto a tu lado. Los católicos creemos que Dios nos ha dado a cada uno un ángel de la guarda. Es un espíritu puro. Un ser maravilloso que contempla siempre el rostro de Dios y su misión es ayudarnos a alcanzar nuesra meta: la felicidad eterna junto a Dios.
Si aceptamos la vida divina que se nos ofrece, ya aquí en la tierra, nuestra vida será una formidable aventura. Y luego, en el cielo, no hay mente humana capaz de imaginarse lo que Dios nos tiene preparado.

Un cordial saludo.