Queridos reyes magos, sé que es un poco tarde para escribiros la carta pero… como dice mi abuelo: “más vale tarde que nunca”, además “nunca es tarde si la dicha es buena” y como creo que es buena (al menos para mí) pues ahí va mi carta para este año.
No fumo, no bebo, no voy con mujeres malas (ni buenas), nunca he probado las drogas, nunca me he peleado con nadie, siempre he sido responsable (de más) y siempre he hecho lo que he considerado más correcto… pero bueno, todo eso ya lo sabíais porque como sois magos… en fin, que después de pensarlo durante un año entero he decidido lo siguiente:
En primer lugar tengo que deciros que estoy hasta los huevos de ser bueno, ser bueno no me ha llevado a ningún sitio, así que a partir de este año no seré malo, pero no seré todo lo bueno que puedo ser. Es que ser bueno es aburrido, y como llevo tanto tiempo siendo el más bueno, creo que por un añito de tregua, tampoco tiene por qué pasarme nada, ¿no?
El caso es que este año paso de sudaderas, pantalones, chandals, jerseys, abrigos, y complementos. Tampoco quiero colonias ni perfumes (los odio), y por supuesto, ni se os ocurra aparecer con más bufandas y guantes, porque con todos los que me habéis regalado ya, me van a faltar inviernos para estrenarlos.
Tampoco soy de los que pide cosas absurdas en su carta. No os pido la paz en el mundo, ni erradicar el hambre, ni una justicia justa, ni nada parecido, porque aunque sé que sois magos, hay cosas que dependen más de todos nosotros que de vosotros.
Lo de pedir salud, dinero y amor ya está muy visto, además, mi amigo Juan lleva años pidiendo eso y siempre acaba con un par de gripes al año, más tieso que un ajo (en cuestión de perras) y ninguna relación le ha durado más de dos semanas. Y yo para acabar así “virgencita virgencita que me quede como estoy”.
Este año os lo voy a poner muy pero que muy fácil, porque después de darle mil vueltas a la cabeza, he decidido que el regalo que quiero tener este 2009 son mariposas. Sí, mariposas, esos bichos con alas de colores que aunque son insectos gustan tanto a todo el mundo. Pues eso, quiero mariposas.
¿Cómo? ¿Que no entendéis porqué quiero mariposas? Pues es bien sencillo. Sabéis que yo hablar, lo que se dice hablar no hablo mucho, pero en eso de escuchar soy un hacha, nadie quiere hablar conmigo pero todo el mundo viene a que lo escuche, y escuchando a unos y a otras, al final he llegado a la conclusión de que todos tenemos problemas, todos sufrimos por unas u otras cosas pero cuando tienes esas mariposas, las mariposas en el estómago, todo el mundo cambia, nadie se acuerda de lo malo, todo se vuelve de color de rosa. Y yo no quiero seguir viendo las cosas blancas o negras, este año quiero las cosas de color de rosa.
Así que ya podéis poneros las pilas y buscarme esas mariposas porque como no me vengan el 6 de enero, el año que viene os pienso hacer un boicot y me iré a la competencia, que aunque es uno solo, tiene un trineo, un montón de renos que vuelan y viene diez días antes que vosotros.